En la mayoría de los casos, el trabajo de la construcción está reservado solo para los hombres debido al gran esfuerzo físico que requiere. En la periferia de la ciudad de Lima, un grupo de mujeres de todas las edades trabajan como albañiles en obras de construcción. Ellas levantan muros de contención, escaleras y mejoran sus viviendas. De esta manera, forman una cadena de solidaridad, una gran familia donde cada una se apoya. No solo  mejoran el lugar donde viven, sino que además le dan una mejor calidad de vida a sus familias. Puente Piedra, 2011. Omar Lucas, fotógrafo.